Ser Emocional o Mental
¿Eres emocional o mental?
Todos los seres humanos tenemos una parte más mental y otra más emocional, aunque solemos definirnos más por una u otra en nuestro comportamiento diario. Forma parte de nuestra personalidad y nos lleva a tomar decisiones, nuestros actos, el modo en que nos comunicamos, y como nos relacionamos.
Un pequeño ejercicio que puedes hacer para conocer tu inclinación es hacerte la siguiente pregunta: ¿cómo describirías las vacaciones pasadas?
Si en tu definición, lo primero que empiezas a contar es la descripción del sitio, los lugares, etc… estás siendo más mental…. En cambio, si describes el cómo te sentiste, como lo disfrutaste, estás orientado hacia la emoción… Ten en cuenta que en este juego, como he descrito antes, tan solo se define una tendencia en un momento y lugar determinado, ya que todos somos de un lado y otro.
En este maravilloso mundo en el que vivimos, hay una gran heterogeneidad de personas con personalidades diferentes, y cuando nos acercamos a alguien solemos estar más cómodos con aquellos que son más afines a uno/a mismo/a. Es por eso que cuando vemos un grupo de amigos, casi todos tienen un mismo rasgo en común, igual pasa con las parejas, y otras formas de relacionarnos.
Imagínate que vas por una ciudad desconocida haciendo turismo, y de repente te encuentras con alguien de tu propia ciudad, os reconocéis y os saludáis como si una especie de vinculo os uniera, cosa que si os cruzarías en la ciudad de origen a lo mejor ni os hablabais.
Esto es lo que pasa cuando coincides con personas afines a ti. El vínculo aparece.
Esto no quiere decir que aquellas personas que sean más mentales, o más emocionales no puedan relacionarse con el otro, sino que se sienten más cómodos. Aun así, hay muchos más factores que en esta clasificación pueden influir para estas uniones. En el mismo ejemplo del turista, también puede ocurrir que se relacione con las personas de la ciudad que visita, e incluso crear un vínculo fuerte, aún sin tener tantas cosas en común.
Permitirnos conocer como somos, nuestras tendencias, nos ayuda a reconocernos y adaptarnos mejor ante las circunstancias. Tomar mejores decisiones, y una de las cosas más importantes que debemos aprender todos… escucharnos a nosotros mismos.
Lo que deseo expresar en este artículo es valor de esto: la escucha interior.
Esta escucha se puede ver en el ejemplo de un caso ocurrido hace poco con un amigo, donde su lado emocional es reconocido y entendido por él. Expresando los sentimientos que tiene hacia otra persona, la cual no le corresponde de la misma manera.
Su forma de comportarse, la de mi amigo, suele ser más mental, y ante las circunstancias que maneja ha sido capaz de crear un discurso, para el cual está totalmente convencido y se lo cree. Y de cómo sus actos le van a llevar a aceptar la realidad: que no es correspondido. Entonces su forma de actuar va a ser de tal manera que con esta otra persona no va a crear conflictos, no va a haber ese estado de frustración, y va a tener una relación fluida.
En esta ocasión, su lado mental, le está perjudicando, ya que transcurrido un tiempo se ha dado cuenta de cómo ha tomado acciones que le encaminan a buscar el acercamiento deseado con esta persona que le ha rechazado. Provocándole aún más dolor por darse cuenta de una situación en la que no es capaz de influir por mucho que haya dicho que acepta la decisión contraria. Por lo tanto, existe una contradicción entre lo que la mente le dice, y la emoción le hace que actúe.
Para mi amigo, el trabajo de escucha interior se debe de basar en reconocer la realidad de sus emociones, no enmascararlas con argumentos, y por lo tanto tomar acciones que no le lleven a sentirse mal.
Es cierto que se siente frustrado por el rechazo, y este sentimiento le dice que está dolido, y a lo mejor necesita incluso alejarse para sanar lo que siente. En cambio, el no escucharse, le ha provocado quedarse y sentir el dolor que la realidad le muestra.
Aprender a escuchar…. escucharnos a nosotros mismos… nuestro lado emocional…
Es un ejercicio muy bueno que las personas más mentales, escuchen a su lado emocional, y viceversa. Los emocionales, deben darse cuenta de que la razón también está ahí para ayudarnos a tomar las decisiones más correctas.
Este equilibrio entre lo emocional y lo mental en nuestra personalidad, entre lo que llevamos más incorporado en el día a día, y el que nos permitimos prestarle la atención, nos facilitará manejarnos mejor.
En psinergia conocemos la importancia de “la escucha”, es por ello que forma parte de nuestras propuestas, estando incluidas en cada uno de los servicios, y utilizando herramientas y dinámicas que faciliten la escucha interior, la escucha hacia los demás, en los equipos y en los entornos de trabajo.
Desde aquí te invitamos a que observes que tendencia sueles tener ¿mental o emocional?, y practiques todas las variantes de la escucha para conocerte más a ti, y a las personas que te rodean.